Reflexiones

Como madre, cada día me despierto con la determinación de ser un ejemplo para mi hija. Quiero que vea en mi no solo una madre amorosa, sino también una mujer fuerte y resiliente, capaz de enfrentar cualquier desafío que se me presente. 

La responsabilidad de criar a mi hija me impulsa a salir adelante y buscar nuevas oportunidades para generar ingresos y asegurar parte de su futuro.

En este camino, he aprendido que la perseverancia es clave. Cada pequeño paso que doy hacia mis metas es un ladrillo que construye el futuro que deseo para mi familia.

A veces el camino puede parecer abrumador: equilibrar las tareas del hogar, el trabajo y las necesidades emocionales de mi hija y mi esposo, puede ser un verdadero desafío. Sin embargo, en esos momentos de duda, recuerdo porque lo hago. 

La vida puede ser dura pero también esta llena de oportunidades. He comenzado a explorar nuevas formas de generar ingresos y la idea es que sea a través de un negocio propio como lo he venido expresando. 

Quiero que mi hija crezca viendo que los sueños son alcanzables con trabajo duro y dedicación. Quiero enseñarle la importancia de ser independiente y de nunca rendirse ante las adversidades. Estoy convencida de que, al esforzarme por mejorar la situación, le estoy dando una lección invaluable sobre la vida y la lucha por lo que uno quiere. 


Así que aquí estoy, con la mirada firme en el futuro, lista para enfrentar lo que venga. Se que no será fácil, pero también se que cada paso que doy me acerca mas a mis objetivos. 


Hoy elijo ser fuerte, valiente y emprendedora. Hoy elijo creer en mi misma y en el futuro que puedo construir para nosotras. 


Gracias... 


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